Cierre rápido de negocios y asesoría en trámites y elaboración de contratos hacen parte de las ventajas de acudir a un profesional inmobiliario.

Cierre rápido de negocios y asesoría en trámites y elaboración de contratos hacen parte de las ventajas de acudir a un profesional inmobiliario. Quienes lo hacen tienen mayor rentabilidad y control sobre su patrimonio.

En la venta o arriendo de un inmueble se está colocando en juego el patrimonio del propietario y la idea es obtener en el plazo más corto un ingreso justo, que responda a las expectativas y a las oportunidades del mercado.

 Ahora vender o arrendar no es una tarea fácil; los frentes de acción son más complejos. Hay nuevas leyes, normas y decretos reglamentarios que surgen de la dinámica de un mercado en evolución; los arriendos, por ejemplo, están enmarcados en una nueva normatividad, mientras que las ventas -a pesar de los contratos de rutina y de los tradicionales trámites de rigor- tienen detalles que deben evaluarse minuciosamente.

 Esta no es una tarea que deba tomarse a la ligera ya que los elementos que intervienen son tan variables y delicados que solo un profesional en la materia puede brindar la asesoría necesaria para conseguir el cliente, eliminar los riesgos posibles y asesorar el proceso hasta la entrega misma de la propiedad.

 «La asesoría consiste, entre otros pormenores en el manejo eficaz de la de la publicidad y la redacción de los contratos, según el tipo de propiedad, el marco normativo y los detalles del negocio», explica Clemencia Parra, presidente Ejecutiva de la Unión Inmobiliaria de Colombia.

Seguridad del dinero

Para el caso de quienes arriendan, el apoyo logístico de los agentes de finca raíz redunda en el ahorro de tiempo y dinero al momento de mostrar su inmueble y sobre todo en seguridad tanto personal como en la relacionada con el pago oportuno del canon, servicios y administración, independientemente que el arrendatario cancele o no.

En lo que respecta a la comercialización de propiedades, las inmobiliarias realizan un estudio del mercado en la zona y adelantan una evaluación sobre la propiedad para definir el precio más justo. Asimismo, prestan el soporte necesario en el área comercial, financiera, jurídica y tributaria mediante especialistas en cada una de estas actividades.

Las inmobiliarias son aliadas estratégicas de sus clientes. Lo que buscan es crear una relación de negocio segura y satisfactoria.

Cómo aliarse con una inmobiliaria

El proceso de consignación en una inmobiliaria es muy sencillo y rápido, basta con diligenciar un formulario y adjuntar fotocopias de las cédulas de los propietarios, certificado de Tradición del predio y copia de las escrituras. Sin embargo, es fundamental que la firma a la que se acuda no sea de garaje sino que esta tenga reconocimiento en el mercado y cuente con el respaldo de un gremio de prestigio y tradición.

Manejo de copropiedades

Los cuidados en la aplicación de normas, elaboración de reglamentos, coordinación de personal, desarrollo de asambleas y consejos y el manejo eficiente de las cuentas hacen parte de los servicios que prestan las firmas inmobiliarias especializadas a los propietarios de conjuntos residenciales, centros comerciales, complejos empresariales y demás unidades sometidas a régimen de propiedad horizontal.

«Además, por su experiencia e infraestructura, los profesionales del sector brindan el acompañamiento necesario para facilitar la convivencia y armonía en todos los aspectos que involucran tanto a propietarios como a inquilinos. Todo esto redunda en el mantenimiento y conservación de los bienes y rendimiento de los diferentes recursos. En pocas palabras, en bienestar para todos», indica Unión Inmobiliaria de Colombia.

Más que un gasto, una inversión

Obviamente, se debe tener en cuenta que estos servicios, en el caso de los alquileres, tienen un costo tanto para el dueño como para el inquilino representado en el seguro de arrendamiento y en la administración inmobiliaria, cuyo valor oscila entre el 6 y el 10 por ciento mensual sobre el canon de arriendo.

Para las propiedades en venta, por conseguir el cliente y asesorar los trámites, estas empresas acostumbran cobrar una comisión que va desde el 3 hasta el 6 por ciento de la transacción, según el tipo y la ubicación del predio, entre otras variables.